Hombre Flores cazando

Las implicaciones del hallazgo del Hombre de Flores

En la anterior publicación sobre el Hombre de Flores, expusimos la historia de su descubrimiento, sus características físicas y anatómicas, y lo inesperado y difícil de clasificar que supone este hallazgo, que supone un auténtico rompecabezas evolutivo.

La estatura del Hombre de Flores ha sido justificada por la teoría del Enanismo insular, que se produce en los mamíferos cuando una población queda aislada en una isla con recursos limitados y evoluciona para adaptarse a ese ambiente. Los expertos explican que los mamíferos disminuyen de tamaño en una isla debido a que se limita su capacidad para encontrar suficiente alimentos y recursos naturales necesarios para sobrevivir y reproducirse. La disminución del tamaño corporal puede ser una ventaja evolutiva, ya que los animales más pequeños necesitan menos alimento y tienen un metabolismo más eficiente. Sin embargo, una explicación alternativa, que propongo aquí, y que me parece más plausible, sería que una disminución de tamaño corporal hace que una isla con recursos limitados permita poblaciones más numerosas, y así tengan una mayor diversidad y salud genética que la que tendría si la población fuera menos numerosa y de mayor tamaño.

Otro de los enigmas del Hombre de Flores es que resulta increíble que un homínido con un cerebro de tan escasa capacidad tuviera unos rasgos de comportamiento tan modernos. Pero desde mi punto de vista, tiene una lógica evolutiva y una explicación que expondré. El cerebro humano moderno consume una quinta parte de la energía corporal, aunque no llega al 2% de la masa corporal. Si hay recursos limitados, reducir el tamaño del cerebro sería lo más rentable fisiológicamente. Hay otros ejemplos de miembros del árbol filogenético humano que redujeron su cerebro o aumentaron de talla sin aumentar su capacidad craneana respecto a su especie antecesora, como el Australopithecus sediba y el Paranthropus robustus. Ambas especies habían dejado de ser oportunistas y tenían una alimentación especializada en tubérculos y plantas. Un cerebro grande solo es rentable si es necesario para aprovechar recursos diversos e inesperados, y sería un despilfarro energético mantener unas capacidades cerebrales no necesarias. De hecho, una teoría propone que el género Homo surgió a partir de un medio ambiente extremadamente cambiante que se daba en esas épocas en África, lo que convertiría al ser humano en un ser especializado en el cambio, donde un cerebro con altas capacidades sí sería una ventaja, en puridad una ventaja paradójica.

La pequeña dama de Flores

Propongo que el entorno tropical permanente y la estabilidad ecológica debida al aislamiento provocaron que los homínidos de la isla de Flores no tuvieran que adaptarse a un entorno cambiante. La masa cerebral necesaria para aprender cualquier tipo de nueva habilidad es mucho mayor que la masa cerebral necesaria para ejecutar tareas instintivas. También propongo que el Hombre de Flores transformó así su cerebro para ejecutar tareas inteligentes de forma instintiva. Hay otras especies que ejecutan tareas complejas de forma instintiva, como el alimoche cuando rompe huevos de avestruz con piedras. Esta conducta se da incluso en las aves en cautividad sin imitación, demostrando que es instintiva. El Hombre de Flores habría ahorrado volumen cerebral automatizando parcialmente conductas que requerirían de menos aprendizaje, entre las que se podrían incluir estrategias de caza, escoger vegetales comestibles, la elaboración de herramientas de piedras, el encendido y la conservación de las hogueras, etc. Estas conductas serían ahora parcialmente instintivas, con menor necesidad de masa cerebral para ejecutarlas.

Asumir que la especie humana puede menguar cerebralmente si las circunstancias lo permiten nos enfrenta ahora con cuestiones sobre nuestro entorno actual. Hay evidencias de una disminución de la capacidad craneana del hombre moderno frente al hombre del paleolítico, que si aceptamos los postulados anteriores concuerda con ahorrar masa cerebral que no se necesita cuando se pasa de una sociedad cazadora recolectora oportunista a una sociedad basada en la agricultura y la ganadería. La cuestión que inevitablemente se suscita es si se acelerará esta disminución del tamaño cerebral cuando seamos más y más dependientes de una tecnología que nos facilita la vida y seamos mucho menos dependientes del verdadero ingenio para sobrevivir.