En anteriores publicaciones explicamos los fundamentos de la Estereoscopia y los primeros intentos de conseguir la percepción de profundidad en cines con imágenes en dos dimensiones. También de los progresos mediante la técnica del Anaglifo y la polarización de la luz. En la anterior publicación hablamos de la primera época dorada del cine en 3 Dimensiones, a partir de 1952 hasta principios de la década de 1980, pero también como a poco se perdió el interés por esta novedad.
A mediados de la década de 1980, IMAX comenzó a producir películas de no ficción para su incipiente negocio en 3D, haciendo hincapié en la calidad de la imagen en 3D, introduciendo correcciones matemáticas de la imagen para eliminar en gran medida la fatiga y el dolor ocular que provocaban las geometrías aproximadas de las técnicas precedentes. Los estudios Disney también hicieron especiales como 'Captain EO' (1986, con Michael Jackson). Echoes of the Sun (1990) fue la primera película IMAX que se presentó utilizando la tecnología de obturación de ojo alternativo.
La Técnica de obturación activa deja una imagen para el ojo izquierdo, mientras bloquea en el visor la visión del ojo derecho, y luego deja la imagen para el ojo derecho mientras bloquea en el visor la visión del ojo izquierdo. Si la alternancia es rápida, se consigue una percepción continua de dos imágenes diferentes para cada ojo.
A partir de 1990, se produjeron numerosas películas 3D para satisfacer la demanda creciente de la red 3D de IMAX. Destacamos 'Into the Deep' (1995) y la primera película de ficción IMAX 3D, 'Wings of Courage' (1996). En 2003 se estrenó 'Fantasmas del abismo' de James Cameron, el primer largometraje filmado con el sistema Reality Camera en HD. El mismo sistema se utilizó para filmar Spy Kids 3-D: Game Over (2003), Aliens of the Deep (2005) y Las aventuras de Sharkboy y Lavagirl (2005). En 2004 se estrenaron las dos películas de 'Star Trek: The Experience' y 'The Polar Express'.
Desde 2009, tanto los cineastas como los exhibidores generalistas recuperaron el interés por las películas en 3 dimensiones. Hubo más equipos de proyección en 3D y más películas disponibles. La tecnología estaba más madura, el rodaje en formato 3D tenía menos limitaciones, y el resultado era más estable. También la combinación de material digital y el post-procesamiento digital se hizo rentable, dando como resultado una nueva ola de películas convertidas de 2D a 3D. El resultado final fue una avalancha de títulos disponibles en 3D y proyectados mediante numerosas técnicas. Entre ellos destaca 'Avatar' (2009), la película más taquillera de todos los tiempos y una de las de mayor presupuesto.
También se abrió el mercado para el hogar. Esta técnicas podían usarse también en cualquier pantalla que emitieran luz polarizada o alternara imágenes a alta frecuencia: televisiones, ordenadores e incluso teléfonos móviles. Pero hubo que superar algunos problemas con las pantallas LCD, que ya están polarizadas o tienen un respuesta de cambio de píxel no suficientemente rápida. La televisión en 3D siguió esta estela. La mayoría de estos televisores utilizan un sistema 3D de obturador activo o un sistema 3D polarizado. Los fabricantes empezaron a ofrecer muchos modelos compatibles con la tecnología 3D y muchos pensaron que era el futuro de este medio. Numerosas cadenas de televisión empezaron desde 2010 a emitir programas en 3D. En 2009 se definió el estándar para los Blu-ray en 3 dimensiones, abriendo un nuevo mercado para el hogar, y en 2010 la Play Station 3 ya podía ofrecer juegos y reproducir Blu-ray en 3D. Se podían consumir películas 3D tanto en salas de cine como en el hogar, se podían conseguir contenidos por diferentes canales. Parecía que entrábamos en una nueva era para la industria del entretenimiento.
No te pierdas las siguientes publicaciones donde explicaremos el declive y el futuro para las películas en 3 dimensiones.