Tribu india cantando

El canto tribal pudo preceder y evolucionar a la vez que el lenguaje verbal

En la anterior publicación exponíamos que la capacidad musical de los seres humanos es tan precoz y sofisticada como la capacidad verbal, que el canto pudo ser una manera eficaz de mantener cohesionados a los grupos de homínidos, y que la capacidad de nuestra laringe de emitir sonidos complejos es mucho más antigua que la especie humana, según se deduce de los registros fósiles.

La comunicación debió ser primordial para nuestros ancestros. Primero debió haber sido principalmente mímica, con gestos manuales, muecas y sonidos simples. Pero cualquier mejora en la transmisión de información ofrecería grandes ventajas evolutivas. El poder comunicar con más precisión la naturaleza, cantidad y ubicación de un recurso alimenticio distante a otros individuos supondría una ventaja considerable. El aprendizaje de la tecnología lítica incipiente es más sencillo cuando se basa no solo en la imitación, sino que se puede explicar. Cada mejora en la capacidad de transmitir información pudo haberse premiado y trasmitido con mayor frecuencia que cualquier otro rasgo. Las culturas locales de homínidos con más riqueza comunicativa tendrían una clara ventaja evolutiva.

En el principio, la comunicación oral necesitaría el apoyo de la mímica facial y gestual. Transmitir una información entre individuos nos puede parecer sencillo, por nuestra familiaridad con el habla, pero es complejo. Cuando no se podía transmitir bien un contenido mediante fonemas simples, se echaba mano de la mímica, del tono. Ningún recurso sobraría. Si cantos específicos se asociaban con situaciones determinadas, como festejar una caza fructífera o darse ánimos antes de la siguiente etapa nómada, esa melodía acortada pudo servir para enmarcar un acto de comunicación. El canto también ayudó a tener una laringe capaz de emitir una gama de de sonidos cada vez más amplia, lo que supuso poder disponer de mayor número de fonemas. La combinación de fonemas simples podía usarse para formar palabras cada vez más numerosas.

Conforme pasaban las eras, se adquiría cada vez mayor capacidad y riqueza comunicativa verbal. El flujo de información necesitaba refinarse tanto, que se empezó a perfeccionar la comunicación verbal y a utilizarla con preferencia, ya que ofrecía más capacidad de modulación. De las palabras se pasó a las frases, de allí a la sintaxis, y al final surgió el protolenguaje humano. Todo ello en detrimento de la importancia del uso de los gestos faciales, manuales y de las melodías.

Entonación

Del origen gestual unido al oral de nuestra comunicación ha quedado la costumbre de realizar gestos con las manos cuando hablamos y de la mímica facial. Del canto ha quedado la entonación de las frases interrogativas y la parte emocional del discurso, que modula mucho lo trasmitido. Reconocemos perfectamente algo dicho con alegría, rencor, melancolía, ira, etc. Tanto el tono como los gestos pasaron a tener una participación de énfasis al lenguaje hablado. La mímica inconsciente se convertiría en lo que los lingüistas conocen como el metalenguaje, entendido como los gestos (sonrisas, expresiones, contacto visual) y movimientos de cabeza que se producen más al hablar y que mantienen abierto el canal de comunicación entre interlocutores.

Pero incluso así, el hombre ha conservado los dos tipos de comunicación oral, el habla y el canto. Ambos constan de elementos formales o discurso y pueden modularse con el volumen, el tono y la duración de cada fonema. El discurso predomina en el habla, y el volumen, tono y ritmo en el canto. Pero no es extraño que uno pueda transformarse en otro, que una poesía pueda transformarse en canción y viceversa, sin que se pierda mucho de su sentido y significado. El canto tiene un lugar destacado tanto en los grupos humanos aún tribales como en nuestra sociedad moderna.

Las canciones aliñan nuestro día a día y es notable el impacto social o personal que pueden llegar a tener. Hay canciones que provocan revoluciones, hay canciones que enmarcan una época, hay canciones que son códigos para una pareja, hay canciones para definir un país. Nos sirven para sintonizar nuestras emociones, como herramienta de seducción, para mejorar nuestro ánimo, para celebrar y sentirnos unidos al grupo. Casi cada actividad humana puede tener su canto. No solo permite comunicar mensajes sino además transmitir en otras esferas de la conciencia y llegar a ser considerado bello en si mismo. Por eso es considerado como arte. La música y las canciones son un don aparentemente gratuito y gozoso que nos hace mejores como seres humanos. Larga vida al canto.