Estereograma

Descubre cómo se consigue la sensación tridimensional con los estereogramas

La visión humana, incluida la percepción de la profundidad, es un proceso complejo que sólo comienza con la adquisición de la información visual captada a través de los ojos; el cerebro se encarga de procesar la información en bruto. Una de las funciones que se producen en el cerebro al interpretar lo que ven los ojos es la evaluación de las distancias relativas de los objetos con respecto al espectador y la dimensión de la profundidad de esos objetos. Los dos ojos, al estar situados en posiciones diferentes, recogen cada uno en sus retinas una imagen ligeramente distinta de la realidad que tienen delante. Esas pequeñas diferencias se procesan en el cerebro para calcular la distancia a la que se encuentran los objetos mediante la triangulación, algo parecido a la técnica del paralaje. El cálculo de las distancias sitúa los objetos que estamos viendo en el espacio tridimensional, obteniendo una sensación de profundidad o volumen. Por lo que si tomamos o creamos dos imágenes con un ángulo ligeramente distinto y se las mostramos a cada ojo por separado, el cerebro podrá reconstruir la distancia y por lo tanto la sensación de tridimensionalidad.

Técnica de la triangulación o paralaje

La Estereoscopia es una técnica para crear la ilusión de profundidad mediante dos imágenes bidimensionales compensadas, una para el ojo izquierdo y otra para el ojo derecho del espectador. Estas imágenes bidimensionales se combinan en el cerebro para obtener la percepción tridimensional. La imágenes estereoscópicas imitan el proceso por el que percibimos la profundidad en el mundo real. Cotidianamente el ojo derecho enfoca la misma imagen, pero en diferente ángulo que el ojo izquierdo, y es el cerebro el que elabora y da sentido a estas percepciones.

Otras pistas que el cerebro utiliza para calibrar las distancias relativas y la profundidad en una escena percibida son: Vergencia o movimiento de los ojos en direcciones opuestas para mantener la visión binocular, la acomodación, la oclusión o superposición de un objeto con otro, ángulo visual de un objeto de tamaño conocido, la perspectiva de bordes paralelos, la posición vertical (los objetos más cercanos al horizonte en la escena tienden a percibirse como más lejanos), distribución de luces y sombras, patrones de textura, contraste, saturación y color: una mayor distancia se asocia generalmente con un menor contraste, desaturación y un cambio hacia el azul. Como todos los puntos de la imagen producida por la estereoscopia se enfocan en el mismo plano, independientemente de su profundidad en la escena original, la segunda pista, el enfoque, no se duplica y, por tanto, la ilusión de profundidad es incompleta si este problema no se corrige.

Estereoscopio

Cualquier imagen estereoscópica se denomina estereograma. Originalmente, el estereograma se refería a un par de imágenes estereoscópicas que podían verse con un estereoscopio, como el Brewster de 1870 mostrado a la izquierda. Estos estereogramas pueden visualizarse también con otras técnicas. Por ejemplo. se puede conseguir con la técnica de visión libre, sin uso de aparatos. Necesita que el observador se concentre para modificar la convergencia ocular y que cada ojo enfoque una sola de las dos imágenes. Puede disminuir la convergencia en la técnica en paralelo o aumentar la convergencia en la técnica cruzada. Pero lo habitual es usar dispositivos que faciliten la percepción sin esfuerzo de cada imagen por un ojo, como el estereoscopio, visores de diapositivas o transparencias, cascos con gafas, etc. El acercamiento de cada imagen al ojo adecuado facilita la percepción por separado de las imágenes, pero necesita lentes que enfoquen bien una imagen tan cercana.

En la siguiente publicación hablaremos de los inicios del cine en 3 dimensiones.